La reciente ola de violencia que sacude a la capital mexicana ha desatado una enérgica respuesta por parte de la Iglesia en la Ciudad de México, que lanzó un llamado urgente para detener los asesinatos y garantizar la seguridad de la población.
La Arquidiócesis Primada de México emitió un comunicado el miércoles 21 de mayo tras el asesinato de dos colaboradores cercanos a la jefa de Gobierno, Clara Brugada, en un hecho que conmocionó a la ciudadanía.
Contexto del crimen y repudio generalizado
El pasado martes 20 de mayo, en la colonia Moderna de la alcaldía Benito Juárez, Ximena Guzmán y José Muñoz fueron víctimas de un ataque armado mientras se preparaban para iniciar su jornada laboral.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, Guzmán aguardaba en su vehículo a Muñoz cuando un agresor abrió fuego contra ambos, ocasionando la muerte de los dos.
¡Dejen de matar!
— Arquidiócesis Primada de México (@ArquidiocesisMx) May 21, 2025
La Iglesia en la Ciudad de México hizo un fuerte llamado a detener la violencia.
Mons. Francisco Javier Acero, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, fue claro: la Iglesia puede mediar, pero no dialogará con quienes matan.
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La postura firme de la Iglesia ante la violencia
Ante estos trágicos hechos, la Iglesia en la Ciudad de México ha manifestado una postura clara y sin ambigüedades: no existe posibilidad de diálogo con organizaciones criminales cuando la violencia se torna mortal.
Francisco Javier Acero, obispo auxiliar de la Arquidiócesis, expresó que la negociación con quienes derraman sangre no es viable, aunque la Iglesia sí puede actuar como mediadora para prevenir futuras muertes.
Enfatizó que la prioridad es lograr la paz y proteger a la sociedad, señalando que están dispuestos a hacer todo lo necesario para poner un alto a la violencia, incluso “ponerse de rodillas” si es menester para que cesen los asesinatos.
Un llamado por la paz y la protección de la ciudadanía
El mensaje que la Iglesia lanza es contundente: “¡Basta ya! ¡Dejen de matar! ¡Dejen a la población en paz!”.
Subrayan que la mediación es en favor del pueblo de Dios, pero no se negociará bajo la amenaza ni con armas, sino buscando que prevalezcan los valores del amor y la armonía.